domingo, 30 de agosto de 2009

El Origen de los Candidatos, Casualidad o Causalidad

Ni nacemos de un repollo ni se llega a ser candidato a presidente sin algunos antecedentes mínimos.

Uno observa a los postulantes y advierte dos corrientes posibles:

Antecedentes en la política del Club
Figuración pública por otras actividades aunque no hayan participado en la política del Club.
En algunos casos la suma de las dos.

Históricamente en River los segundos nombrados, si bien invirtieron e hicieron costosas campañas nunca lograron la presidencia, por poner un ejemplo en las elecciones de 2005 el Sr Luis Corsiglia con una gran actuación pública y empresarial no logró siquiera arrimar en los resultados de las elecciones.

Repasemos entonces a algunos de los que tienen antecedentes en la política de River.

Héctor Cavallero: llegado a la política del Club en 1985 por la Cruzada Riverplatense bajo la presidencia del Dr. Alfredo D´Avicce quien participara de la elección del mismo año con la fórmula D´Avicce Kiper Cavallero resignando la elección con Hugo Santilli. El criterio de sumar a Cavallero en la fórmula fue en ese momento la proyección mediática por su actuación en el mundo del show-business y su matrimonio con la cantante Valeria Lynch.

Pasarela: Retorna como jugador, ya en situación de retiro, bajo la presidencia del Dr. Alfredo D´Avicce, se convierte en el técnico ideal y socio comercial del Dr D´Avicce durante el mismo período.

D´Onofrio: Accede a la Comisión Directiva de River con la candidatura del Dr. Alfredo D´Avicce en las elecciones de 2005 luego de que se frustrara, Dios dirá porqué, la posibilidad de una alianza promovida por la Agrupación Tradicional junto con Hugo Santilli y el propio D´Avicce bajo el espíritu de recrear una fuerza integrada por los dos presidentes mas ganadores de los últimos veinticinco años ante la flaca producción de la gestión Aguilar.

Casselli: A juzgar por la publicidad es el candidato de las preferencias del Dr. Alfredo D´Avicce.

Hasta aquí tres candidatos con posibilidades, se podrá adivinar que no digo cuatro porque parecería que Cavallero no tendría el consenso suficiente entre los votantes.

Pero esto no termina aquí:
El propio D´Avicce fue presidente en los períodos 1989 – 1993 y 1993 – 1997.

Pintado: presidente 1997 – 2001 tuvo el soporte de D´Avicce ya que hubo un enroque. Había sido vice de D´Avicce y este cambió posiciones y fue vice de Pintado. Mucho se habló, en esa oportunidad, de quién realmente tenía el poder.

Aguilar: Si bien ingresa a la política del Club desde el MOCRI liderado por Santilli (Hugo) fue secretario de D´Avicce, de Pintado y Delfín de D´Avicce en 2001 cuando conquista la presidencia.

Lo anterior tiene rigor, mas que histórico, institucional. Lo narrado es totalmente objetivo, los que conocen los hechos saben que esto fue así.

Desde 1989, veinte años, el poder estuvo relacionado con el Dr Alfredo D Ávicce.

Si desgranamos esto a D´Avicce como presidente mal no le fue, la década del noventa tuvo logros deportivos inolvidables, ayudado por el momento socio-político nacional pero que no desmerece la cintura política del Dr D´Avicce.

Pero que pasó con sus elegidos:

Pintado si bien tuvo logros deportivos estaba protegido por la figura de D´Avicce pero hay que reconocer que le entregó a Aguilar un Club en vías de quebranto basta recordar que la venta de Saviola y Aimar la materializó la gestión Pintado, no Aguilar.

Cavallero, con sus recitales, contribuyó a que River deje de ser sede de los encuentros de la selección nacional, mas allá de la paranoia del técnico de la celeste y blanca.

Aguilar, no emito opinión, lo dejo a criterio de cada uno ya que todavía es el presidente del Club.

Entonces tengo la obligación de tratar de imaginarme, sin hacer juicio de valor, que pasará con los otros que recibieron su bendición: D´Onofrio, Casselli y Pasarella no sea cosa que se esté gestando un nuevo fracaso ya que mientras D´Avicce fue presidente fenómeno pero a sus ahijados no les fue nada bien.

A esta altura y en rigor de ser honesto en el análisis debo mencionar a otro candidato.

Lancioni, en 1989 año en que D´Avicce se consagrara presidente de River le había ofrecido una vicepresidencia al Dr Lancioni que este rechazara por cuestiones de lealtad hacia la Agrupación Tradicional.
Tal vez en este hecho radique la filosofía del deber ser que se materializa en los éxitos de unos y los fracasos de otros, el aceptar un cargo no debe alimentar la vanidad que los humanos solemos tener, es mucho mas que eso por la obligación que genera con la sociedad que deposita sus ilusiones en el elegido.

Para concluir no puedo dejar de mencionar al Dr Hugo Santilli.
D´Avicce y Santilli fueron aliados políticos en sus orígenes luego devenidos en rivales por la lógica confrontación que produce el juego político.

Pero Santilli se retiró de la política de River ante la oferta de la política nacional con lo cual le entregó el liderazgo total a D´Avicce que obviamente supo manejar con maestría.

De todos modos es innegable que estas dos personas son, en vida ya que hay otros que no están físicamente, los de mayor liderazgo de los últimos 25 años y por añadidura los que mas conquistas de pasión futbolera le dieron a River.

Creo y es muy probable que la mayoría coincida, que ni River ni el momento dan para seis o siete candidatos. También creo que nadie pensará que todos los que se han lanzado puedan cometer la torpeza de querer conformar una lista, además no alcanzarían las agrupaciones a juzgar por las alianzas que se publicitan.

No será hora de que estas dos personas, Alfredo D´Avicce y Hugo Santilli, que han sido los mentores de todos los candidatos, con excepción de Dr Carlos Lancioni, se sienten frente a frente, abandonen su lucha personal y públicamente, no a escondidas, sumen su poder para una lista de unidad que termine con la lucha fratricida y el posible advenimiento de oportunistas.

Me parece que por lo menos habría que pensarlo.
Héctor Bacci

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